Hay una carta para ti.
En el trabajo, me dedico a programar los servicios que posteriormente la entidad financiera que nos contrata ofrecerá a sus clientes, y uno de esos servicios consiste en avisos a móviles mediante mensajes SMS.
Hasta ahí, todo es normal.
Evidentemente, antes de entregar esos servicios, es decir, decirle al cliente que va bien y que nadie se quejará, tenemos que provarlos. Lógico.
Qué mejor para probar el envío de SMS que poner el móvil de uno mismo y así ver en el momento, que los mensajes están llegando a su destino.
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡ERROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR!
El señor movistar, que es quien tiene contratado nuestro cliente para que mande los SMS, tiene más tiempo parado que funcionando el servidor de los mensajes de prueba, con lo que digamos que se van encolando las peticiones de envío y si no recuerdo mal, la última vez que funcionó el servicio fue hace un par de meses.
Pues ayer, alguien se iluminó y puso en marcha el dichoso servidor y al menda le llegaron, ni más ni menos que, 85 mensajes SMS de aviso para firmar una operación fictícia.
Sí, 85. Un total de 10 minutos continuados recibiendo SMS que me fundieron una tercera parte de la batería.
Moraleja: nunca dejes rastro de tus datos personales en ningún sitio que alguien pueda usar, lo que me recuerda que hay un usuario con mi nombre...
2 comentarios
Su -
dragonfly -
Por cierto, \"probar\" es con B de back-up.