Blogia
Blog de Kami

Vuelta a empezar

Empieza otra semana y me han rayado el coche.
La verdad es que me cabrea menos de lo que esperaba. No acabo de entender el odio que tiene la gente hacia las pertenencias de los demás, con lo que nos cuesta ganar el dinero que cuestan, pero esa es la realidad.
Siempre he intentado cuidar las cosas lo mejor posible. Quizá soy demasiado perfeccionista para eso, pero entiendo que así puedes disfrutar de las cosas el máximo tiempo posible y amortizar el sudor que te ha costado ganarlas.
Si alguien tiene algo contra mi, que me lo exprese libremente, pero que no me raye el coche (ya nos partiremos la cara amistosamente si es necesario).
Al fin y al cabo, cuando compras algo, siempre hay una componente estética que te hace decidirte, a parte de la monetaria, claro está. Ya sea un coche, una batidora o un aspirador, intentas comprar el que más te gusta. Y cuando más te gusta es cuando está nuevo y reluciente (y sin rayas).
Guardo las piezas de mi primer ordenador desmontado en un cajón. En un principio fué por si le podía dar de nuevo uso, ahora se que es por nostalgia. Soy incapaz de tirarlo. Puede ser muy lento y viejo, pero funciona.
¿Cómo voy a tirarlo si aun cumple su función? ¿Cómo voy a rayar el coche de alguien si a es anónimo le gusta su coche tal como está?
A ver si después de la muerte del Papa todos recapacitamos y vivimos en armonía y paz (y dejamos de rayar los coches de nuestros semejantes).

0 comentarios