Euro-vómito-visión
Llámame soso, pero no tenía plan mejor para el sábado por la noche y me tocó ver Eurovisión, como no, por influencias femeninas.
Los datos son escalofriantes. El escenario tenía una iluminación específica para cada participante y con la potencia que había allí instalada, se podía iluminar una población de 50.000 habitantes.
Lo casposo y cutre, elevado a la enésima potencia. Increible.
¿Es necesario, hoy en día, gastar tanto dinero en eso?
Ese es un concurso, por llamarlo de alguna manera, que siempre ha estado pactado de antemano. Siempre se votan los mismos entre sí, como a "las ketchup" Andorra, por compromiso, porque realmente daban pena.
Encima se inventan la pantomima de los mensajes para ganar dinero y luego hacer lo que les da la gana.
El intento de OT de revivir el concurso nos ha salido por la culata. Lo consiguieron sí, pero por desgracia (por lo menos para la mía).
Cada año se convierte en toda una suerte de canciones de sombrilla y garito que nos taladran todo el verano, como la del tío con barba y rabo que ganó por Israel hace unos años vestido de tía. Parece que, como la que ganó esta vez, las cosas raras ponen. Yo voto por mandar el año que viene a Carmen de Mairena.
2 comentarios
dragonfly -
Osiris -
este país científicos los justos, ¡pero de papanatas somos exportadores mundiales!